«Hamnet»

10 de noviembre de 2023

«Lo que hace tan interesantes a las novelas de O’Farrell es su apuesta por cambiar siempre de ángulo o decidirse por el más inesperado, su estilo lírico y delicado aunque directo y estremecedor si hace falta, su atención al detalle producto de una evidente investigación profunda que, sin embargo, llega con gran naturalidad a la página. Esto es muy evidente en «Hamnet».» Mariana Enríquez (Página 12)

LA OBRA

Agnes, una muchacha peculiar que parece no rendir cuentas a nadie y que es capaz de crear misteriosos remedios con sencillas combinaciones de plantas, es la comidilla de Stratford, un pequeño pueblo de Inglaterra. Cuando conoce a un joven preceptor de latín igual de extraordinario que ella, se da cuenta enseguida de que están llamados a formar una familia. Pero su matrimonio se verá puesto a prueba, primero por sus parientes y después por una inesperada desgracia.

Partiendo de la historia familiar de Shakespeare, Maggie O’Farrell transita entre la ficción y la realidad para trazar una hipnótica recreación del suceso que inspiró una de las obras literarias más famosas de todos los tiempos. La autora, lejos de fijarse únicamente en los acontecimientos conocidos, reivindica con ternura las inolvidables figuras que habitan en los márgenes de la historia y ahonda en las pequeñas grandes cuestiones de cualquier existencia: la vida familiar, el afecto, el dolor y la pérdida. El resultado es una prodigiosa novela que ha cosechado un enorme éxito internacional y confirma a O’Farrell como una de las voces más brillantes de la literatura inglesa actual

LA AUTORA

Maggie O’Farrell (1972) nació en Coleraine, Irlanda del Norte. Ha publicado las novelas After You’d Gone (2000), My Lover’s Lover (2002), The Distance Between Us (2004, ganadora del premio Somerset Maugham), La extraña desaparición de Esme Lennox (2007), La primera mano que sostuvo la mía (2010; Libros del Asteroide, 2018; ganadora del premio Costa de novela), Instrucciones para una ola de calor (2013), Tiene que ser aquí (2016; Libros del Asteroide, 2017), el bestseller internacional Hamnet (2020, Libros del Asteroide, 2021; galardonada con el Women’s Prize for Fiction y el National Book Critics Circle Award) y El retrato de casada (2022; Libros del Asteroide, 2023), así como un libro de memorias, Sigo aquí (2017; Libros del Asteroide, 2019).

Información extraída de la web de Libros del Asteroide.

INFORMACIÓN ADICIONAL:

Valoración:

Puntuación: 5 de 5.

Crónica de la sesión:

Biblioteca de la Pobla de Farnals. 10 de noviembre de 2023

Comienza la sesión nuestra compañera Magalí mostrando el índice de su presentación para que no haya sorpresas, como ella misma señala, y destacando aspectos de la autora que piensa que le han marcado de forma especial: la primera de ella es el homenaje que hace del duelo en varias de sus obras por sus experiencias cercanas a la muerte, vividas por ella misma o por sus seres queridos. Todo ello se relaciona con la obra de Hamnet, porque a los 16 años descubrió que Shakespeare había tenido un hijo que murió a los 11 años y ello le impactó profundamente. Después, en la universidad, le extrañó mucho que no se mencionara este hecho en ningún momento, pero sí que se hicieran comentarios misóginos sobre la mujer del escritor. Magalí recuerda que cuando Shakespeare se retiró, se fue a vivir con Agnes, lo que invalida un poco el origen de esta misoginia. En lo que sí insiste es en que O’Farrell elige darle voz a estos personajes silenciados.

Continúa la presentación destacando los hechos reales que sí aparecen en la novela y aquellos que Maggie añade, como la enfermedad de Hamnet, que intuye que es la peste, o el propio nombre de la protagonista, Agnes y no Anne Hathaway, como aparece en el testamento de su padre.

A Magalí le sorprende el largo proceso de escritura de esta novela. De hecho, mientras lo hacía, publicó otras obras. El motivo subyacente parecía ser la mera superstición, pues se prometió no publicarla hasta que su hijo tuviera más de 11 años. Además, las escenas de la muerte de Hamnet le afectaban tanto que las escribía en el cobertizo del jardín para que no impregnara la casa donde estaban sus hijos.

También señala que la autora sólo escribía cuando sus hijos estaban en la escuela, después se dedicaba a ellos totalmente y que se organizaba por posits para seguir la estructura de la obra, sobre todo cuando ésta tenían muchos personajes, como en «El retrato de una casada».

En el debate sobre el estilo de la obra, Emi y Magalí destacan que se acerca a la poesía poética y hablan de la calidad de las traducciones, tanto en castellano, a cargo de Concha Cardoñoso, como en catalán, como afirma Rosa. Para Mª José es una lectura fácil, pero lenta, que necesitas leerla poco a poco y te lleva a saborear cada palabra. Consuelo y Mara suscriben sus palabras y Conxa añade que, en este caso, es bueno el tema y es buena la escritura.

Destacamos también la estructura de la obra, de cómo juega con los párrafos, que se acortan en el momento más trágico de la novela, como para coger aire. María José también apunta la explicación temática de la división de la obra en una parte muy larga y otra muy corta, algo que le había sorprendido al comienzo de su lectura.

En un momento dado, Lluisa pregunta si hubiéramos pensado que podría haber sido escrito por un hombre. El tema abre un interesante debate que nos lleva al mundo del arte e incluso ¡a la técnica forense! y el club coincide en que hay en la novela muchos indicios para pensar que hay una mujer detrás de estos detalles.

Amparo destaca la figura del narrador omnipresente que avanza la tragedia, y Pepa destaca que la autora se refuerza mucho en los objetos, en la luz, en el ambiente de lo que te está contando, que consigue introducirte en la escena, como ocurre en el encuentro entre los protagonistas y las manzanas.

Otro aspecto relevante que presenta Magalí es la minuciosidad en la investigación que hizo la autora. Maggie O’Farrell plantó un huerto medicinal, analizó las plantas que podrían crecer en ese entorno y aprendió el arte de la cetrería para ponerse en la piel de la protagonista.

Siguiendo con otras características de la obra, Magalí destaca que, a pesar del título, la verdadera protagonista es Agnes y su duelo por la muerte de su hijo. En la sesión se destaca el hecho de que en alguna la versión inglesa se traduce como «Judith y Hamnet», pero en ningún caso como «Agnes», posiblemente por un tema de marketing.

El club coincide que en el libro la figura de Shakespeare no sale tan mal parada, sino que lo salva de alguna forma. Ricardo destaca el detalle de ser preceptor de latín y que en la época hubiera familias preocupadas porque sus hijos aprendieran latín. Obviamente, eran una élite. A él le parece que es imperdonable que no enseñara a leer a su mujer.

Para Emi la figura de Shakespeare es irrelevante: lo que hace la autora es hablar de la otra parte donde el escritor no existe, no aparece, no es. Conxa suscribe esta afirmación, pero discrepa en tratar al padre como un hombre al uso de la época. De hecho, en el siglo XVI, parece más verosímil la figura del padre de Shakespeare.

María José y Yolanda coinciden al analizar que Agnes le anima a viajar a Londres porque sabe que al lado de su padre será siempre un desgraciado y que hay un intento velado para que no se convierta en lo que es su propio padre. En es te punto, Magalí hace mención a Virginia Wolf y su «Habitación propia» cuando habla del papel de las mujeres como espejos que servían para agrandar la figura de los hombres.

Se habla especialmente del carácter de la protagonista: su fuerza, su superstición, su fragilidad ante la muerte de un hijo. Durante la sesión se comenta su relación con la cernícala y su posible simbolismo sobre el poder de la protagonista, una extravagancia de Agnes, como ve Pepa. Magda apunta que la cernícala tampoco es un ave propia de la cetrería y que es un ave pequeña que se adapta perfectamente a Agnes y que ello le da cierta credibilidad narrativa.

Cuando se trata el tema de los poderes de Agnes, Ricardo plantea que no le sirven demasiado a ella, pero María José matiza que realmente sí, pero que al llevar gemelos, se confunde. Respecto a la muerte de Hamnet, Magda y Pepa hablan de que la madre no pudo preverlo porque el niño engaña a la muerte y se cambia por Judith (el realismo mágico que apuntaba Magalí en su presentación y que recuerda Ricardo). Magda se cuestiona si el dolor de Agnes sería el mismo si hubiera sido Judith la que hubiera muerto. En general, el club no cree que tuviera que ver con el género, sino que fue algo inesperado.

Francisco destaca el componente de culpa que siente Agnes por no haberse dado cuenta de la situación de Hamnet. Efectivamente, la culpa tiene un papel muy destacado. El club coincide en la angustia del comienzo de la novela y de cómo la autora alarga el trayecto de Hamnet. Todos coinciden en que, en ese momento, la autora ya ha atrapado al lector, que juega con sus sentimientos y con la culpa de las madres. Para María José, este pasaje tiene sentido para conocer al personaje. Ricardo recuerda otros pasajes angustiosos, como el momento del parto, el del entierro y el posterior viaje de Agnes a Londres.

Para Elena el final es muy reparador: el momento que la protagonista ve la estancia solitaria de su marido y la vuelta a la vida de su hijo en la obra. Ella destaca la elegancia del lenguaje y la necesidad de un personaje femenino tan especial para una persona tan especial como sería Shakespeare. Pepa coincide con Elena y recuerda el pasaje que habla de la madre de Agnes y cómo comienza como si fuera un cuento de hadas, como si ya avanzara que iba a ser una persona muy especial. A Pepa le parece una historia de amor preciosa, mientras que Francisco no tiene nada claro los escarceos amorosos de Shakespeare.

Otro aspecto de la obra es el papel del teatro. Para Ricardo éste se presenta como un personaje más en la novela y recuerda la importancia que tenía el teatro en la época, igual que ocurría en la España de «La Celestina».

Se plantean también los diferentes duelos de las personas: el de Agnes, que está rota completamente cuando muere Hamnet, y el de Shakespeare que es capaz de escribir comedias antes de escribir Hamlet (posiblemente porque eran obras por encargo -como lo fue Hamlet, como apunta Mara) y cómo necesita encontrarlo, igual que Judith necesita ver a su hermano.

Magalí termina su exposición recordando los premios que ha recibido la obra y su próxima adaptación al teatro y al cine.

Acabada la presentación y antes de entrar en el debate, repartimos pequeñas bolsitas con plantas recogidas de la Serra Calderona en homenaje a la protagonista y a la importancia del bosque en la obra. Así mismo, como una continuación a la superstición de la autora, Magalí nos preparó un ritual, que se hace comúnmente en el solsticio de primavera, y que consiste en escribir en pequeños papeles aquellas palabras que queremos que broten para el año próximo. Sembramos unas plantas aromáticas y las abonamos con estas palabras.

Ahora nuestro club ya cuenta con su cosecha propia.

Autora: Maggie O’Farrell

Título: Hamnet.

Editorial: Libros del Asteroide

ISBN: 978-84-17977-58-0

Año: 2021

Páginas: 350

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